Lo que se pretende es crear un espacio seguro donde las personas puedan intercambiar sus experiencias de investigación de forma colectiva y así generar ejercicios reflexivos (de conocimiento), pero también prácticos para investigaciones no solo de calidad o rigurosas, sino también éticas (de cuidado a quien se investiga), saludables y seguras (de auto-cuidado para quien investiga). El taller gira en torno a cuatro ejes: (1) El cuerpo o las prácticas corporales en la investigación; (2) La importancia de las emociones en los procesos de investigación; (3) Lo colectivo o cómo nos vinculamos en la investigación (cómo y desde dónde); y (4) Las relaciones de poder en la investigación (privilegios y opresiones, vulnerabilidades, violencias, etc.) y los dilemas academia-activismo. |